viernes, 12 de octubre de 2007

deslinde

orale pues. Mil cosas que no se entienden y que en realidad no tienen ningún sentido. Hacer una asamblea con la convicción de que quien te va a oír sabe perfectamente lo que vas a decir y sin embargo finge que le interesa (o que le importa). Desgañitarse en medio de un gran concierto caótico de desgañitados viendo quién atrae mayor atención.

¿quién sabía que hubo un cadáver de ballena pudriéndose hace 4 años en una playa frente a un lujoso fraccionamiento en Acapulco?
¿quién se emociona ante la posibilidad (nótese: no es hecho, sino posibilidad) de casualmente ver cómo se desnuda el secreto objeto de su deseo? (siente cómo se le traba la garganta, los nervios lo traicionan; pero cómo atesora esos 5, 10 minutos que se van como agua)

Ya no se escribe nada.

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